Este sábado he madrugado un poquito y me he levantado para ver el amanecer reflejado en las torres de Madrid.
He salido de casa de Pétalo a las 9 en punto, con 0º, ni frío ni calor, menos mal que llevaba los pies bien abrigaditos :-).
Hacía tiempo que no trotaba por El Pardo, pero puesto que este fin de semana no he podido subir a la sierra he aprovechado lo que tenía más a mano para estrenar y poner a prueba las Asics nuevas.
¡Y que bien me lo he pasado! Lo primero que he notado al arrancar es que apenas oía mi pisada. Las zapas me quedan ajustaditas como guantes, eso junto con el gel hacía que apenas vibrasen en el asfalto e iba saliendo de Madrid silencioso como un ninja.
Me he hecho los 4Kms que me separan de El Pardo con impaciencia, sintiendo cada pisada esperando el momento de entrar en tierra y ver si se comportaban las zapas tan bien como se espera de unos chismes que son el tope gama de una marca puntera.
Nada más entrar en la arena me llama la atención la tracción, tal y como prometían en la publicidad es bastante buena, sobre todo en tierra, tanto en subidas como en bajadas la zapatilla se comporta bien a la hora de las piedras parece que le cuesta un poco más agarrar y puede que unas Salomon nuevas me den más confianza, pero como digo en tierra van como la seda.
A la que voy soltándome por las cuestas voy pensando, que si, que las Salomón agarran mejor en roca, pero en cuanto les haces unos pocos kilómetros la suela se queda lisa y sólo sirven para patinar, mientras que la distribución de los tacos de las Sensor parece que va a durar mucho más.
Sigo metiendo kms buscando los caminos más complicados que puedo, en lugar de las pistas que van junto al muro elijo los senderos pequeñajos y escondidos entre la maleza que bajan llenos de cárcavas del agua. Aquí a pesar del frío empiezo a sudar un poquillo, pero con una sonrisa de oreja a oreja. Todavía es muy temprano y sólo he visto un grupillo de ciclistas madrugadores, así que tengo todo el monte par mi y me puedo lanzar a gusto en las bajadas.
A medida que voy acumulando kilómetros noto que la amortiguación es muy buena y el pie no sufre en absoluto pero con el cansancio noto que la seguridad en la pisada no es la misma. Esto no es un problema de las zapas si no mío. En cuanto me canso dejo de hacer bien el juego de la pisada con el pie izquierdo por lo que acabo torciéndome el tobillo.
Las zapas que guían mucho el pie me ayudan. En este caso, me parece que la entrada del pie por el talón es muy estable, nada más apoyar el peso se distribuye y se asegura el pie, sin embargo la transferencia hacia adelante, según progresa el apoyo, se podría haber mejorado un poco. Me da un poco de respeto meterme en berenjenales fuertes, pero eso no va a hacer que deje de probarlo.
La impresión general es:
Amortiguación: 9
Retorno de movimiento: 8
Estabilidad: 7
Control de movimiento: 6
Durabilidad: 8
Peso: 8
Parece que tengo compañeras para rato, ha sido una mañana completa y divertida, hasta he pisado mi primera caca de perro, dicen que da buena suerte.
